Miguel Barnet: “Esteban Montejo soy yo”

Homenajes por los 50 años de Biografía de un cimarrón

Biografía de un cimarrón es una novela testimonio que arribó a su 50 aniversario en 2016. Escrita por el poeta, narrador y etnólogo Miguel Barnet, la obra narra diferentes épocas de la historia de Cuba a partir de anécdotas y vivencias contadas por Esteban Montenjo, un centenario que durante su juventud fue esclavo y cimarrón.

Para celebrar el medio siglo de existencia del paradigmático texto muchos han sido los espacios que convocaron a importantes intelectuales y personalidades de la cultura.

El 12 de febrero en el Salón de Mayo del Pabellón Cuba, profesores uruguayos presentaron una edición de este libro en el marco de la Feria Internacional del Libro.


En la Biblioteca Nacional José Martí, el 16 de febrero se desarrolló un taller que homenajeó dos obras trascendentales del siglo XX cubano: Los negros esclavos, escrita en 1916 por Fernando Ortiz y Biografía de un cimarrón, calificada por Eduardo Torres Cuevas como uno de los grandes clásicos que aborda el tema de la esclavitud.

Durante el encuentro, la doctora Ana Cairo expresó que esta novela forma parte del largo linaje cubano del pasado siglo que trata de explicarse la historia del pueblo cubano.


El 17 de febrero en la Unión de Escritores y Artistas de Cuba tuvo lugar la segunda jornada del Foro Literario que contó con un panel conformado por el crítico Alberto Guerra, el escritor y poeta Eduardo Heras León y el doctor Emmanuel Tornés.

Heras León, en palabras que tituló El cimarrón revisitado, destacó que Biografía de un cimarrón desde su creación fue un texto modelo que aborda una época de la historia cubana desde la voz de un hombre que sufrió la esclavitud.

“La aparición en el año ‘66 de Biografía de un cimarrón determinó un rumbo diferente en la novelística de carácter histórico de nuestro continente; con ella, Latinoamérica ingresó tempranamente en lo que después designaríamos con el nombre de novela histórica postmoderna”, consideró Emmanuel Tornés en un texto que llamó Biografía de un cimarrón y la novela intrahistórica.

A juicio de Tonés, una de las particularidades de esta obra es “el interés por asignarle el papel de héroe y portavoz del relato a un antihéroe por excelencia, a un personaje anónimo”, que constituye un referente por aglutinar en una misma persona la historia de los demás.

En la cita, Miguel Barnet explicó que tomó a Esteban Montejo como un pretexto, “él estaba ahí esperando por mí para narrar la historia de Cuba desde la gente sin historia”. Y a modo de conclusión dijo: “Esteban Montejo soy yo, y él puede decir, y sé que lo está diciendo desde el más allá, Miguel Barnet soy yo”.


Otro de los espacios que se sumó a las celebraciones por las cinco décadas de Biografía de un cimarrón fue Dialogar, dialogar de la Asociación Hermanos Saíz que tuvo lugar el 24 de febrero en el Pabellón Cuba.

En el encuentro que conduce el historiador e investigador, Elier Ramírez, Barnet expresó que el texto constituye “una obra hecha con el corazón, las herramientas de la antropología y visión poética”.

Según Ana Cairo, Premio Nacional de Ciencias Sociales 2015, esta obra es esencialmente patriótica. Para ella Biografía de un cimarrón es un libro de poesía escrito en prosa, cuyo primer propósito fue ser una historia de vida para convertirse en reflejo de toda una época.

En esta ocasión fue presentado el CD Miguel Barnet: 50 años de Cimarrón, bajo el sello discográfico de la EGREM, producido por Jorge Rodríguez y el diseño estuvo a cargo del artista de la plástica Santos Toledo.

Este volumen, ideado por Ana Llerena, evidencia la capacidad narrativa de Barnet y contiene piezas musicales como los Cantos Yoruba de Cuba, de Héctor Angulo, y Espirituales cubanos, en el que intervienen Merceditas Valdés y Yoruba Andabo.


En el espacio Memorias de la guerra –creado por Raúl Rodríguez la O- del Centro Cultural Dulce María Loynaz se realizó un homenaje por el cincuentenario de Biografía de un cimarrón.

En el encuentro, Barnet expresó el orgullo que siente por haber nacido en la década de 1940 porque pudo conocer y compartir con destacadas personalidades del ámbito cultural cubano como Argeliers León, Fernando Ortiz, Manuel Moreno Fraginals, Alejo Carpentier, quienes, sin dudas, aportaron a su formación.


El 8 de abril, Miguel Barnet visitó el Hogar del Veterano de Diez de Octubre-que acogió a personas que pelearon en las Guerras por la Independencia-dónde donó la enseña nacional y dos fotografías de Esteban Montejo captadas por Genovevo Korda en la década de 1960.

El también presidente de la UNEAC y de la Fundación Fernando Ortiz rememoró las visitas realizadas a la institución y cómo transcurrieron las pláticas con Montejo.

En el encuentro, estuvo presente junto a Barnet, el sociólogo Guillermo Grenier, quien recorrió alrededor de 300 kilómetros en la zona central del país, por lugares transitados por Esteban Montejo.


El 3 de julio en los Estudios Areíto de la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales (EGREM) tuvo lugar un homenaje a Miguel Barnet y a Biografía de un cimarrón por sus cinco décadas, que estuvo a cargo de la agrupación folklórica Iyerosun, dirigida por Esmidio Merencio Blanco.

En la velada, el grupo dedicó una rumba a Barnet y a Esteban Montejo, protagonista de su libro, en la cual se pone de manifiesto las aventuras del cimarrón.


En la Casa de África, el 19 de julio fue presentada por Miguel Barnet una edición conmemorativa por el 50 aniversario de Biografía de un cimarrón, en esta ocasión publicada por Letras Cu¬ba¬nas.

El volumen, editado por Bertha Her¬nán¬dez López y con una portada del artista Eduardo Roca (Choco),compila, además de la novela original, un ensayo titulado Los caminos del Cimarrón, en el cual Barnet expone cómo y por qué surgió este libro y una selección de las valoraciones de la crítica.

En el acto, se proyectó el documental Cimarrón, historia de un esclavo, coproducido por España y Cuba, de la autoría de Juan Carlos Tabío y Miguel de los Santos.


El 3 de septiembre en el parque de Jesús María, ubicado en La Habana, culminó la octava edición del Encuentro Internacional de Rumba Timbalaye 2016, que comenzó el 26 de agosto.

El evento estuvo dedicado al 90 cumpleaños de Fidel Castro, a la conmemoración de los 130 años de la abolición de la esclavitud, al cincuentenario de Biografía de un cimarrón, al aniversario 55 de la creación de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba y al 30 cumpleaños de la Asociación Hermanos Saíz.

Miguel Barnet, agradeció a Timbalaye por la iniciativa de homenajear su novela-testimonio, ya que él es gestor de una manifestación como la rumba.

El conjunto folklórico Iyerosun, liderado por Esmidio Merencio, recibió la Beca por la Interpretación de la Rumba, que otorgan el Proyecto de Integración Cultural Timbalaye y la Fundación Fernando Ortiz.

La actividad, conducida por el actor Rolando Núñez, contó con la presencia de Gladys Collazo, presidenta del Consejo Nacional de Patrimonio del Ministerio de Cultura. Además, tuvo como protagonistas musicales a Aguiri-Yo-agrupación que celebra sus 20 años-, y al grupo cienfueguero Rumba Lay, así como, el cantante Henry Méndez recordó a Bola de Nieve, y María Elena Mora leyó una poesía dedicada a Barnet.


La exposición “Miguel Barnet. Biografía de un cimarrón” quedó inaugurada en la Biblioteca Nacional José Martí, el 15 de septiembre para celebrar el 50 aniversario de este importante texto.

El doctor Eduardo Torres-Cuevas, director de la Biblioteca Nacional, expresó que la novela tuvo esa primera edición cubana, pero ya tiene en total 71 ediciones en diferentes idiomas. Pocas son las obras cubanas que han tenido la repercusión nacional y mundial de Biografía de un cimarrón.

“Sin lugar a dudas, es un libro imprescindible, que debe llegar a nuestros jóvenes porque hay historias perdidas, y a veces se pierden grandes espacios de nuestra historia precisamente porque no damos el libro que es necesario; yo creo que hoy, los jóvenes cubanos lo disfrutarían y se identificarían con muchas cosas”, agregó.

Durante el encuentro, Miguel Barnet explicó que el Cimarrón surge a raíz de una investigación del geógrafo, demógrafo e historiador Juan Pérez de la Riva, quien invitó a Miguel y a un grupo de jóvenes para colaborar con su libro El barracón.

“Era un estudio físico, morfológico, histórico, de los barracones donde vivían los esclavos. En las ruinas de los barracones medíamos las pulgadas que había desde la tierra hasta el huequito por donde entraba la ventilación, dónde estaba la enfermería, la cuartería, y todo aquel estudio físico, métrico que estábamos haciendo me llamaba la atención, a pesar de que no contemplara la vida dentro de aquellas cuarterías”.

“Entonces dije: Caramba, qué pena que no exista nadie que pueda contar la vida dentro de estos barracones, y que hagamos un libro sólo describiendo las ruinas y los aspectos físicos de estas viviendas-cárceles”.

“Un buen día iba yo en una guagua, estaba leyendo el periódico El Mundo y veo unas entrevistas a cinco o seis ex-esclavos que habían sido alfabetizados en 1961; me llamó mucho la atención una dama muy elegante, negra, y la fui a ver, empecé a hablar con ella, pero sus escuetos monólogos no me decían nada. Visité otra persona entrevistada que decía llamarse Esteban Montejo Mera, que había sido esclavo y cimarrón (…) llegué al Hogar del Veterano en el año 1963”, expuso Barnet.

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