Libros

Principales obras escritas por Don Fernando Ortiz.

Los negros brujos (apuntes para un estudio de etnología criminal). 1906.
•La reconquista de América. 1911. •Entre cubanos. Una psicología tropicas. 1913.
•La filosofía penal de los espiritistas. 1915.
•Los negros esclavos. 1916
•La fiesta afrocubana del Día de Reyes. 1920
•Los cabildos afrocubanos. 1921 •Historia de la arqueología indocubana.1922.
•Un catauro de cubanismos: apuntes lexicográficos. 1923. •Glosario de afronegrismos. 1924.
•Proyecto de Código Criminal Cubano. 1926. •Contrapunteo cubano del tabaco y el azúcar. 1940.
•Martí y las razas. 1942.
•Las cuatro culturas indias de Cuba. 1943.
•El engaño de las razas. 1946.
•El huracán, su mitología y sus símbolos. 1947.
•La africanía de la música folclórica de Cuba. 1950.
•Wilfredo Lam y su obra vista a través de significados críticos. 1950.
•Los bailes y el teatro de los negros en el folclor de Cuba. 1951.
•Los instrumentos de la música afrocubana. 5 tomos. 1952-1955.
•Historia de una pelea cubana contra los demonio. 1959.
•La santería y la brujería de los blancos. Defensa póstuma de un inquisidor cubano del siglo XVII. Edición póstuma, 2000.

Los negros brujos (apuntes para un estudio de etnología criminal). 1906

En este texto Fernando Ortiz estudia con especial interés el carácter híbrido de los grupos marginales habaneros, sus diferentes orígenes culturales, las características de “la brujería negra”, las costumbres y su modo de vida en general.

Ortiz no solo fundamentó sus ideas en la teoría positivista lombrosiana, también incorporó en su trabajo las investigaciones de Edward B. Tylor acerca del animismo, las concepciones de Henri Hubert y Marcel Mauss referidas a la teoría general de la magia, y los estudios culturales de Ratzel y Frazer, es decir, empleó en su estudio el conocimiento antropológico más avanzado de la época. Desde el punto de vista científico, el libro Los negros brujos representó un intento por establecer las características del negro delincuente afrocubano. La magia y la brujería se estudian como fenómenos antisociales de acuerdo con la concepción de la criminología positivista y las escuelas de antropología de la época.

A pesar de ello, la capacidad de distinguir lo propio, de modo especial la psicología cubana, hace de su obra un estudio novedoso que comienza a captar desde posiciones metodológicas y teóricas del positivismo, el contenido sociocultural del fenómeno religioso negro. Ortiz no dejó de analizar el impacto de la cultura, las costumbres y supervivencias africanas en la sociedad cubana.

En la obra Los negros brujos, Fernando Ortiz no sólo señala, sino que define su interés por la problemática esencialmente cubana, ya en ella se perfilan múltiples aspectos sociológicos, lingüísticos, históricos y culturales que desarrollará con posterioridad.

Bibliografía:Isaac Barreal Fernández Etnia y sociedad. Editorial de Ciencias sociales, La Habana, 1993. Isaac Barreal Fernández, Prólogo y notas al libro de Fernando Ortiz Los negros brujos. Editorial de Ciencias Sociales, 1995.


Contrapunteo cubano del tabaco y el azúcar. 1940

En esta Fernando Ortiz va de lo más simple a lo más complejo, desde la naturaleza del tabaco y el azúcar hasta sus derivaciones sociales, hilvanando históricamente cada período de la evolución económica y social de estos productos en un permanente contraste sociocultural.

El estudio económico se recrea entre lo artístico y lo científico, donde no faltan expresiones típicamente populares y referencias a la literatura universal. En las páginas del Contrapunteo cubano del tabaco y del azúcar, se dan cita Fausto, Don Quijote, Nietzche, Freud, al igual que Fray Bartolomé de las Casas, José Antonio Saco o José Martí. De esta forma tan cubana y universal se pueden comprender diferentes momentos de nuestro desarrollo histórico.

Sin duda el concepto de transculturación es uno de los aportes más significativos de esta obra; expresa contenidos y realidades históricas y el “espíritu de provisionalidad” de la cultura en su doble trance de desajuste y reajuste. La transculturación no solo se limita a la afirmación de una realidad sui géneris económica y sociocultural, sino que refleja los momentos transitivos de una cultura a otra. Es un proceso donde no se simplifica la cultura dominante de los conquistadores, ni la cultura de los sometidos: aborígenes, negros, chinos y otros. De este proceso se deriva una cultura cualitativamente nueva, con aportaciones de las diferentes civilizaciones. El concepto de transculturación permite comprender la historia de Cuba y, por razones similares, la de América Latina.

Edición: J. Montero, Habana, 1940, La Biblioteca de Ayacucho de Caracas, 1978. Editorial de Ciencias Sociales de Cuba, 1983. Duke University Press, Durham and London, 1995.

Bibliografía.
Bronislaw Maniloswski, Introducción al libro de Fernando Ortiz Contrapunteo cubano del tabaco y el azúcar. Habana, J. Montero, 1940.


La santería y la brujería de los blancos.Defensa póstuma de un inquisidor cubano del siglo XVII. (Edición póstuma. 2000).

El libro La santería y la brujería de los blancos, además de tener sus antecedentes en la genealogía orticiana, forma parte de un conjunto de obras que se escribieron en el mundo hispanoamericano, la más a fin es la del polígrafo español Julio Caro Baroja, “Las brujas y su mundo”(1961). En este excelente ensayo Caro Baroja parte de los estudios totales, del reconocimiento de las doctrinas de los teólogos y de los fenómenos sociales de esos períodos. Somete a críticas las teorías de la magia y las diferentes tesis sobre el origen de la brujería en la Europa cristiana. En cambio, Fernando Ortiz a diferencia de los estudios antropológicos de su época, no se detiene en la crítica de los conceptos modernos de magia, brujería o religión. Su objetivo se centra en dialogar con una época enigmática y desconocida para el lector cubano, remitirnos al tiempo de los energúmenos y clérigos, con el afán de describir esa sociedad relajada moralmente y mostrar su relación ideológica con la Cuba del siglo XVII.

La interpretación orticiana es muy particular, no es la historia de la Inquisición en España, no es un estudio documental, ni jurídico, ni estructural del Santo Oficio, es la valoración de los preceptos teológicos y la realidad histórica en que se formaron. Su visión difiere de la de un historiador que juzga en todas las culturas y tiempos la permanencia de los mismos valores y sentimientos. Ortiz capta la continuidad de los hechos en el tiempo como procesos de larga duración y de acuerdo con las circunstancias históricas, estudia los preceptos morales cambiantes que rigen las colectividades humanas.

La vocación de historiador y de intérprete de la cultura lo llevaran a indagar en lo más reservado del pasado, con esa curiosidad que se disfruta cuando se escribe y se descubre el modo de pensar y de actuar de los personajes que alguna vez protagonizaron la historia. La santería y la brujería de los blancos es tal vez el móvil para llamar la atención sobre lo que pasa inadvertido, aquello que se pierde en los grandes relatos, y el escritor recrea cuando lo reconstruye, transmitiendo el mensaje de la diversidad y el dinamismo del comportamiento humano, imposible de atrapar en páginas escritas. Es el esfuerzo de un sabio que quiso legar sus conocimientos y hacernos ver cómo el hombre existe en esa relación histórica que lo hace cada vez más universal.

Bibliografía.
José A. Matos Arévalos, Prólogo al libro de Fernando Ortiz La santería y la brujería de los blancos. Defensa póstuma de un inquisidor cubano del siglo XVII. Edición póstuma, Fundación Fernando Ortiz, La Habana, 2000.