Por Pedro de la Hoz
Tomado de Cubadebate
Foto tomada de: http://www.prensa-latina.cu
El profesor y antropólogo italiano Antonino Colajanni recibió en Roma el Premio Internacional Fernando Ortiz, en reconocimiento a la extraordinaria labor en el estudio y la promoción de la obra del sabio cubano y en favor del fortalecimiento de los vínculos culturales entre la isla antillana y la nación europea.
De los atributos de la distinción fue portador el poeta y etnólogo Miguel Barnet, presidente de la Fundación Fernando Ortiz, con sede en La Habana, y de la cual Colajanni es uno de sus más prestigiosos colaboradores en el exterior.
El acto tuvo lugar en el Rectorado de la Universidad de La Sapienza, uno de los más antiguos centros universitarios en el continente y el de mayor matrícula en Italia, ámbito en el cual Colajanni desarrolla una intensa faena como pedagogo e investigador.
Justo en ese camino, el antropólogo descubrió hace cinco décadas a Ortiz. La lectura de Contrapunteo cubano entre el azúcar y el tabaco le reveló un camino inédito para abordar los problemas socioculturales del mundo contemporáneo a partir de un basamento histórico ajeno a los cánones eurocéntricos.
Las huellas orticianas recorren obras suyas como Problemas antropológicos en los procesos de desarrollo (1994), La pluma de cristal: indígenas, naciones y estado en América Latina (1996) y, en colaboración con Alessandro Mancuso, Un futuro incierto: pueblos originarios y desarrollo de Latinoamérica (2008).
Al recibir la distinción, Colajanni expresó que el premio lo compromete a seguir estudiando y a transmitir con mayor intensidad el legado de Fernando Ortiz en un contexto en el que la cultura cubana tiene mucho que ofrecer al mundo. “Ya desde el siglo XIX cubano esa isla comenzó a irradiar valores intelectuales muy elevados, tal es el caso de José Martí”. De Ortiz recomendó prestar atención al libro El engaño de las razas, por su anticipación y permanente actualidad.
Barnet resaltó la naturaleza inclusiva de la proyección antropológica del profesor y ensayista italiano que pronto cumplirá 76 años de edad. Dista de ser un investigador de gabinete, ejerce consecuentemente la conjunción de la teoría con la práctica y prueba de ello es su colaboración, durante los últimos años, con los foros internacionales de la rumba Timbalaye, que se efectúan en Roma.
Al felicitar al galardonado, José Carlos Rodríguez, embajador de Cuba en Italia, valoró no solo la justeza del reconocimiento, sino lo mucho que seguramente lo honrará Colajanni en el futuro.